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Los ejercicios de Kegel y el suelo pélvico

Los ejercicios de Kegel o también conocidos como hipopresivos, son fundamentales para el bienestar del suelo pélvico. 

Por lo general, el ejercicio físico favorece las relaciones sexuales, diversos estudios revelan que aquellas personas que son activas físicamente disfrutan más sus relaciones, tienen encuentros más placenteros ya que el ejercicio permite tener mejor manejo de la respiración y otorga mayor elasticidad, además de permitir tener encuentros emocionalmente más satisfactorios debido a todas las hormonas que se segregan al hacer deporte permitiendo una mayor conexión y concentración.

Teniendo en cuenta el punto anterior, queremos hablarles de unos ejercicios en específico que a parte de ser maravillosos, traen muchos beneficios sumamente placenteros para ti y tu pareja.

Los ejercicios de Kegel, como los conocemos en la actualidad, fueron desarrollados en 1940 por el ginecólogo Arnold Kegel, que solía recomendar a sus pacientes ejercitar el suelo pélvico durante la recuperación postparto para prevenir problemas de salud. Sin embargo, en las consultas de seguimiento descubrió que aquellas mujeres que hacían los ejercicios de Kegel con regularidad alcanzaban el orgasmo con más facilidad, frecuencia e intensidad.

Los músculos que fortaleces al hacer los ejercicios de Kegel son los “PC” (pubocoxígeos), estos músculos se contraen durante el orgasmo, por ello tonificarlos aumenta las sensaciones y facilita alcanzar el orgasmo.

¿Cómo realizar los ejercicios de Kegel?

  1. Asegúrate tener la vejiga vacía
  2. Siéntese o acuéstese y apriete los músculos del suelo pélvico
  3. Manténgalo apretado de 5 a 10 segundos
  4. Descanse 5 segundos
  5. Repita estos ejercicios 3 veces al día (Mañana, tarde y noche)

Para lograr mayores beneficios te recomendamos las Bolas Kegel Sanity

Las bolas Kegel te ayudan a ejercitar tus músculos Kegel de forma placentera, entre más fuertes son los músculos Kegel, más satisfactorios se convierten en una relación amorosa con tu pareja, dándote mejores orgasmos.

Al ponernos de pie, la gravedad hará su trabajo y las bolas tienden a caer. Nuestros músculos se contraen de manera inconsciente para evitar que se caigan y de esta manera ya estamos «haciendo pesas» con nuestro suelo pélvico.

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