Confesiones

Una fantasía cumplida

Mi nombre es Carlos tengo 28 años y quiero contarles la historia más épica, hot y deliciosa que he vivido en toda  mi existencia.

Resulta que cuando tenía 15 años y estaba en décimo más o menos, estudiaba con una nena que era la sensación del bloque, todos botabamos la baba por ella pero nadie se atrevía a acercarse, una mujer divina, cuerpo escultural, cabello largo y ondulado, unos ojazos verdes, una sonrisa matadora y ni hablar de esa nalga tan preciosa que se le marcaba con la sudadera, mejor dicho, nos traía con la pubertad alborotada, yo siempre la admiraba de lejos hasta que en la fiesta de prom del año siguiente me atreví a hablarle, bailamos, nos encarretamos, le robé un beso y empezó la acción. El prom lo realizaron en un finca así que mejor dicho, tome pa que lleve, la nena estaba preciosa, con un vestido verde esmeralda ajustado al cuerpo resaltando todo esos atributos, así que entre beso y manitanteo, nos encerramos en un baño de la finca y uff, resultó ser toda una experta, me bajó el pantalón y comenzó a masturbarme mientras me besaba el cuello, bajó al pecho y luego me dio el mejor sexo oral de mi vida, le arranqué el vestido, le quité los pantys y empecé a besarla de arriba a abajo, desde esos senos redondos y preciosos hasta su vagina rosada deliciosa y mojada, la agarré del cabello y mientras la besaba comencé a masturbarla y ella a mí hasta que no vinimos juntos, después la puse de espaldas contra la pared y comencé a penetrarla mientras le daba besos en su espalda y le decía lo mucho que estaba disfrutando y lo que esperé para estar así con ella, le di un oral hasta que se me vino en la cara, ella tenía un vibrador de los inalámbricos que se controlan con el celular para activarlo cuando lo tuviera en su vagina, salimos del baño, continuamos disfrutando de la fiesta con toda la excitación a flor de piel, en momentos activaba el vibrador para verle esa carita deliciosa, parce, jamás había sentido lo que ella me hacía sentir, me dejó tan encoñado que después de graduarnos la nena se vino a estudiar a estados unidos y la seguí, 12 años después acá seguimos juntos teniendo el mejor sexo de nuestras vidas, de hecho, mientras redacto esto, la tengo cabalgándome encima y los dejo porque ya toca que se me siente en la cara.